Desde que apaguè la luz de este rincón y luego vino a visitarme la noche y a escondidas vino 
el sol 
a regalarme pétalos nuevos. 
Y luego me crecieron 
los gusanos de seda en mi tumba nueva 
y después me hice un bonito 
vestido ...
Y volví a apagar la luz 
para que los murciélagos 
no chocaran  
con la pobre làmpara 
ya fundida que hay en mi alma.
Lámpara que cansada ya se va a dormir
y desde sus sueños les desea un bonito 
despertar en harmonía con vuestro mundo exterior y sobre todo con el que empiece a nacer en vuestro interior. 
Un beso. 
 
