En medio de la nada
florece un jardín
rodeado de desierto
y nieblas.
Hay un lago
con flores, árboles, luz
y un camino sombreado.
Reposan espigas lejanas,
a la luz de un atardecer.
Camina mi memoria,
y mi alma vuela
a un espacio de luz y paz.
Caen tormentas en la lejanía,
florecen luciérnadas,
en el nido
de un sol dormido
en mi corazón.
Me encantan las tormentas, me has hecho volar muy lejos.
ResponderEliminarBesos
Qué lindo poema Amapola, como me alegra leerte de nuevo. Un besito, cielo.
ResponderEliminarQué hermoso poema, Amapola.
ResponderEliminarBesicos muchos
Es un poema precioso.
ResponderEliminarBesos, guapísima 🫂