viernes, 16 de febrero de 2018

roto corazón


Tener roto el corazón
me produce
cansancio.


Y también falta de ganas de vivir.
Ojalá no tuviera corazón
y no supiera lo que es el dolor.


Ojalá me pusieran
un corazón de metal,
con ausencia total de sentimientos,
y un cerebro adecuado
para dejar de sufrir.


Cuando el Viento
evapore mi corazón
partido ya en más
de mil pedazos
no me gustaría volver
a pisar la tierra

y que al menos hasta
que volviera a ser agua,
el viento ausente a mi sentir
tuviera la delicadeza
o compasión de mantenerme
lo más cerca del cielo entre nubes.

Y cuando me haga agua
y llueva por culpa
del perezoso viento
y el calor del sol,

ojalá pudiera
regar cactus
que al menos dieran flores
bonitas a los terregosos
y áridos caminos.


6 comentarios:

  1. quién fuera cactus, verdad¿?

    la pena es cuando no se te rompe sino más bien te lo rompen y encima no te dejan pasar página ¿?

    mucha agua se necesita

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  2. No quieras cambiar nunca ese corazón tan bonito y sensible que tienes. Un corazón duro no vale para nada.

    Eres una flor preciosa, solo tienes que aprender a mirarte tal como eres y a quererte como te mereces.

    Me gusta como escribes, me gusta la sensibilidad que tienes.

    Muchos besos.

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  3. No sé porqué,
    pero estoy convencida,
    que sin darte cuenta
    ya has regado algunos cactus,
    y han nacido hermosas florecillas;
    no siempre, la lluvia moja.

    Un saludo fraterno.

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  4. Por favor, no te conviertas en un robot, con el corazón galvanizado y un cerebro plagado de algoritmos... Saludos.

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  5. Ojalá, ojalá. Pero si ya eres! :*)

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