martes, 3 de julio de 2018

isla


La isla desierta
en la que habita mi alma

es posible que pronto
sea arrasada,
quemada y destruída

de manera que ya no será
habitable.

Entonces no sé
lo que haré,
si venderla al diablo,

que ansioso de almas
que poseer ( estén destruídas o no)
la acepte de buen grado

a cambio de una muerte dulce
que me haga olvidar los horrores de este mundo.

A cambio de no despertar más
a este infierno
que a veces resulta mi propia vida.

A cambio de entrar en el cielo
de no sentir absoluramente nada
,ni dolor, ni pena,
ni tristeza.

No lo sé.

Tal vez mi alma ya no valga nada,
siquiera para pobres diablos
incapaces de ganarse el pan

o un salario cutre
con el que comprar un tridente nuevo
y dejar atrás el que ya está roto.

En todo caso ,
en cuando mi alma desaparezca
en este mare nostrum

de lo que ya mi entendimiento
no logra comprender

no tendré nada de valor
que vender

en el mercado
de los pobres diablos
aspirantes a ricos diablos.


Pensándolo bien
intentaré buscar un ángel de alas blancas,
para decorar con ellas
las ventanas de mi casa
y que deje de entrar la luz,

tan engañosa a través
de la información que dan los sentidos.










2 comentarios:

  1. Yo te compro el alma.
    Seguro que es muy bonita.

    Besos.

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  2. Tu alma vale mucho, y tú eres la responsable de cuidar esa isla... No puedes culpar a nadie si tú no cuidas de ella.

    La vida trae mucho sufrimiento y hay que intentar vivir sin tanto dolor... Es difícil, pero la mayor parte está en nosotros.

    Anímate preciosa. Un besazo.

    ResponderEliminar

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