jueves, 29 de mayo de 2014

relato


La fría nieve se había posado en cada rincón del perdido pueblo, dejando a sus habitantes incomunicados por meses, pero no se sentían mal, tenía víveres y leña para pasar así, todo el invierno hasta la llegada de la primavera, ninguno estaba enfermo por fortuna, y a pesar de todo había amanecido un día azul y el sol sonreía en el cielo.

5 comentarios:

  1. Y si se les acaban los víveres siempre se pueden comer los unos a los otros.

    No hay problema.

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    Respuestas
    1. Sí, siempre les quedará esa opción, con el frío del invierno los cuerpos no se descompondrán...

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  2. Empezando por Toro...jajaja
    Bss,amapola

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  3. jajajajajja, jajajaja

    me vas a matar entre los dos¡
    Un beso.

    amapola colorá

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