domingo, 26 de noviembre de 2017

aire


Eloísa cierra los ojos,
y sigue viéndolo ahí

en sus sentimientos,
al chico que murió
en aquel accidente absurdo.

Y aún respira ese aire,
ese sentir no muerto.

Ella no sabe ya qué
hacer para matar ese sentir.

Ni si merece la pena
matar a su propio corazón.

Tal vez debiera aceptar
que las cosas son así,

y no entiende por qué
ese sentir sigue aún
vivo en su corazón.



1 comentario:

  1. Esto está muy triste Bellísima.


    Te iba dejar un abrazo pero mejor te lo doy.

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Un saludo a quien visite mi blog.
Si quieres puedes dejar un comentario, se agradecerá un poco de luz.