Los monstruos interiores
se crecen en ciertas circunstancias
y , a veces cuesta vencerlos.
Se hacen grandes,
casi invencibles.
Y un día , de repente
desaparecen sin saber por qué.
No sabemos si siguen vivos
en una tercera o segunda dimensión.
No sabemos nada.
Besos.
Espanta tus miedos de la mejor manera que puedas, Amapola.
ResponderEliminarOye, que parece que los echas de menos y todo.
ResponderEliminarTe veo yendo a buscarlos si supieras donde están...
:)
Un abrazo.
En algunas cuestiones, no saber, es lo mejor que puede suceder.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Siguen vivos.
ResponderEliminarBesos.