miércoles, 10 de diciembre de 2014

Eugenio

Eugenio era un hombre muy desprendido, tenía un flamante Ferrari, nuevo,
y no se le ocurrió otra cosa que regalárselo al
duende verde que antes habitaba mi blog,
y ahora me tendré que poner a buscarle
entre los árboles del bosque
al pobre del duende verde que por la autopista se escapó.

6 comentarios:

  1. Se ha estrellado.
    Ahora es el duende morado.

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  2. .........jajajajaja toro (salvaje)..........pobre duende no???

    Amapola.........no te preocupes con lo que consume.......no podrá ir muy lejos.......seguro que pronto vuelve.

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  3. Si yo no creo que haya consumida nada, Hada¡¡¡

    Besos para ti.

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  4. Amapola!!!............me refería al Ferrari........con solo acelerarle un par de veces te has consumido medio deposito de combustible.....................

    pero me ha gustado esta confusión.......mi sonrisa para ti.

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Un saludo a quien visite mi blog.
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