Avelina vivía en una luminosa casa llena de macetas , a las que no le faltaba la luz del sol.
Entre el agradable olor a pies de su fiel y adorado esposo, el aliento a jazmín de su inseparable mascota, y el olor a flores de los pañales recién florecidos de su pequeño niño cuyos pañales además sabían cantar perfectamente , no necesitaba ya ningún AMBIENTADOR.
Y música tampoco, en la paz del hogar estaba toda su vida.
Avelina.... ya la recuerdo.
ResponderEliminarSiempre bebiendo...
Por lo menos tienes memoria.
ResponderEliminarBesos.
Dale recuerdos de mi parte.