domingo, 4 de enero de 2015

Juliana

Juliana le compró a Prudencio unos zapatos nuevos, y unos calcetines amarillos a juego con la tez de su cara,
ya que era cirrótico, y siempre tenía muy mal color.

Sin embargo los zapatos eran de un negro muy brillante, tanto que Prudencio en un despiste , no los vió, tropezó con una baldosa mal puesta y se murió de otra cosa distinta a su ya amada y larga enfermedad.

Ahora Juliana está en su entierro, llorando su pérdida desconsoladamente, pero le puso los bonitos zapatos negros para que fuese guapo al funeral.

Prudencio padecía de CATARATAS, por eso no vió los bellos zapatos y la baldosa se vengó, pues quería, en el fondo tener mayor protagonismo en su vida, y no pasar tan desapercibida...


Besos.


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