Se murió la tierra, todos lo sabían , no era ya ningún secreto,
por eso todos los habitantes de este mundo
tuvieron que juntar sus almas
y reuniéndose
en medio del cielo
decidieron bajar a los infiernos
a ver que tal les iba a los codenados para siempre
a la oscuridad.
pero con tan mala suerte, sí,
muy mala suerte
que las puertas estaban cerradas
y solamente se escuchaban los gritos
de las almas que
atormentadas
querían salir de allí.
Y bueno, las puerta estaba ATASCADA
por lo cual
no había más soluciones
que llamar al herrero
pero este estaba de baja
por una larga enfermedad...
Nadie lo hará.
ResponderEliminarIr a mi blog de relatos por si cierro este blog.
Iba a poner un enlace, sin embargo estoy muy cansada para poder pensar en algo ahora, Feliz semana. Un beso.
En casa de herrero, virus de palo.
ResponderEliminarNo se cual es el virus ese Toro.
ResponderEliminarUn beso.