Sedimentos
que el tiempo deja
en el río de la vida,
se van al fondo
cuando las aguas se serenan,
se posan,
se depositan
lentamente sobre un fondo extraño
y tal vez así,
el agua de la vida se vea clara otra vez.
La lluvia de emociones
desbordó todos mis ríos,
ahora me siento más mar
que río,
ahora sueño con ser un lago
pequeño y sereno,
sin embargo
acepto en lo que me convertí,
y ojalá
mi alma se recupere del todo,
existe una paz
que igual que una flor
una extraña flor de loto
quisiera emerger
a la superficie de la vida,
a pesar del barro del fondo,
del fango,
tal vez ése sea su alimento,
una paz,
que siento quiere emerger
radiante .
Pero no sé , imposible saber
las tempestades
que aún quedan por atravesar,
no sé aún que tormentas vendrán
y qué soles o lunas,
o estrellas podrán alumbrar
un camino
hacia por lo menos crecer
como persona,
puesto que tengo tan recientes
mi baches anímicos
y mis problemas de ansiedad,
pero necesito ver una luz
dentro de mi propio
laberinto,
y una salida, que sé que existe,
la vea o no aún,
la intuyo,
y siento que es posible mejorar
interiormente
a medida que esa paz salga afuera
y reciba la luz del cielo
y el sol,
y la propia lluvia
y el viento abracen esa paz,
sin dañarla.