Hoy el mosntruo de las galletas ha vuelto a comerse todo mi pan¡¡¡, exclamó caperucita asombrada despues de cruzar todo el bosque para llegar a casa de su abuelita.
De lejos el lobo feroz sacó un colmillo de oro que brillaba más que el sol, un colmillo postizo y la miraba de reojo amenazándola con comerse al mosntruo de las galletas y dejar viva a su abuelita¡
He fabricado un cuanto al revés, me gustaría tener una abuelita que se comiese a todos los lobos feroces del mundo.
ResponderEliminarCreo que eso es imposible, porque están ya en peligro de extinción, y hace ya mucho tiempo que me abuela murió.
Pero aun sueño yo con comerme al monstruo de las galletas, y que pase hambre una vez en su vida, porque mi estómago esta vacío ahora y no encontará nada que comer allí .