Yo era feliz
con un trocito de sol
en mi vida,
ahora vuelvo a sumergirme
en las tinieblas,
y la oscuridad
será mi hogar, sin estrellas,
sin luna,
sin aire,
solo el viento lejano
recordándome a la muerte
que me espera en algún lugar,
todos los muertos guardados
en mi corazón aún vivo,
todos mis sentimientos
encerrados,
bueno,
tal vez sea una etapa más
de sentir tanta tristeza
instalada en un desánimo
del cual no soy capaz de salir
por mis propios medios,
ni medios ajenos, pastillas, terapias y fe.
Enterrada así,
ya empieza a molestarme la luz,
y será mejor cerrar los ojos.