Verano prematuro,
alerta por calor extremo,
no hay donde esconderse,
todos en los zulos , cuevas, búnkeres
protegidos de la luz del sol,
en verano que amenaza
distopía y horror.
Desde " el hueco" de la muela,
escribo, me queda mi pequeño
jardín oasis a la sombra
del mundo con verdor, frescor
y color que amenaza con
morir bajo el calor extremo.
Me siento frágil, no hay adonde
huir, lejos de la costa,
me iría a un bosque
lejos de las urbes, no es posible,
ya no hay bosques apenas,
apenas cultivos,
Florecen plantaciones solares,
se supone que para bien nuestro,
y no para abastecer de energía
a los centros de datos
de las tecnológicas.
No quiero ver morir mis plantas,
No quiero olas extremas de calor.
De este encierro
me sacará la noche, y estrellas de la noche, y aún así
pido al cielo clemencia.