lunes, 4 de agosto de 2014

el duende rojo

Hoy no tengo ganas de volver a ver al duende rojo dormido en una flor azul.

Hoy me iré con mi hada madrina, y sonreiré, escondida detrás de una ola, con espuma blanca a las orillas de un mar que jamás pisé.

Después que me envuelva la niebla,
y el viento
no me encuentre aquí.





1 comentario:

  1. Esperanzador, o desesperanzado viaje. El único posible, o imposible, quizá.
    Abrazos, siempre

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