A Susanita la marcaron
al poco de nacer.
Tenía que llevar el sello
de su dueño
era una posesión
más, igual que las tierras, vacas, toros
y demás ternerillos.
Su dueño era muy rico.
Además tenía varias viviendas y vehículos.
Lo único que le pasaba a Susanita
era que lleguó a pensar que el aire
que respiraba no era de nadie
no como ella.
Y se sintió rara
pensando así.
Besos.
Feliz martes.
ResponderEliminarEl aire es libre... de momento.
ResponderEliminarBesos.
Sí. Lo inhalamos, cogemos du oxígeno pto luego lo soiltamos torito.
EliminarBesos.
Problemas con la Cámara de la Propiedad tenía Susanita.
ResponderEliminarSupongo wue Susanita era demasiado reflexiva.
EliminarBesos.
Mi, me, conmigo.
EliminarNADIE PUEDE SER DUEÑO DE NADIE, ella debe buscar su lugar que no es ese, besines!
ResponderEliminarNADIE PUEDE SER DUEÑO DE NADIE, ella debe buscar su lugar que no es ese, besines!
ResponderEliminarTienes razón. Un beso.
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