Se van borrando recuerdos
de gente que ya no está a mi lado,
que sus vidas divergieron de la mía,
y ya no están.
Tantos recuerdos borrados, tantas palabras olvidades.
Que el único amigo real
que me queda es el silencio
Y mi propio silencio
se sienta en silencio
y se le quitan totalmente
las ganas de hablar,
no sólo con palabras,
mis silencios
tienen ganas de callarse ya.