La tristeza está cogida
con alfileres a mi corazón,

vaya donde vaya
la arrastro conmigo,

no consigo dejarla atrás,
a veces imperceptible
desde lejos,

me sume en una
melancolía,

a veces difícil
de soportar
a veces difícil
de superar,

es un halo de tristeza
que empaña
mi alegría de vivir,

y me distancia
del mundo

y no sólo del mundo
también de mi corazón.

Cierro los ojos
e intento evitar pensar,

y centrarme
en todo lo bueno
que pueda haber en mi vida,

a veces no veo nada,
por ése velo negro
que me impide ver más allá,

otras el gris me
permite la duda.