dolor

El dolor se cuela
por mi alma
otra vez,

a veces creo que
no soy capaz
de hacer nada bien.


No sé como controlar
y dirigir mis
emociones,

y sedimentar
serenidad
dentro de mi espíritu
roto.



Estoy rota,
me he roto muchas veces
ya, y no logro
ponerme en pie.

Quiero olvidar
miles de heridas
en mi alma cansada,

cerrarlas, sanarme,
y no sé cuál es
la solución,

si alejarme aún más
del mundo
o participar en él,


había conseguido
cierta serenidad
y había mejorado del ánimo

mejoró mi ánimo,
y tal vez no considero
que ya tenga baches
como los de antes,

sin embargo
sigo siendo una inadaptada
a la vida
y a las emociones de mi corazón.


No sé dónde está
la tranquilidad
de vivir sin miedos

y el camino para dejar
atrás todas mis angustias.


La pobre naturaleza
a veces es lo único
que me calma
lejos de los humanos
a los que a veces no
comprendo,

y éso significa
un exilio del mundo,

y no lo quiero,
quiero comprender al mundo
y poder integrarme
porque le aporte algo,

pero el mundo me vació
y ahora sólamente soy
una triste flor
en un desierto.


Sé que en la naturaleza
algunas flores pueden vivir en él,

adaptándose al medio
y florecer
en medio de la vida,

como un testigo
de que la vida
no es tan fácil de apagar,

viven en un medio
árido, de terrenos pobres
y casi secos,

y parecieran no temerle
al viento,
ni a la soledad


y sonríen al mundo
apartadas de todo.