Crecen lunas nuevas ,
Los eucaliptos sueñan
con llegar al cielo
y envían aromas al viento
como notas de su música interior.
Y las lunas nuevas tan
cansadas en sus noches negras
regalan estrellas a esos árboles
perdidos en los inmensos bosques
de una memoria que se apaga,
al calor de las hogueras
en las chimeneas
de las pequeñas aldeas,
en los hogares cálidos,
qué anuncian la llegada del Otoño,
mientras la lluvia se hace esperar,
y los niños aún no saborean villancicos
y la nieve se ha quedado
olvidada y congelada
en una cima de montañas
a las que nadie acudirá ya.
Cuánto puede maravillarnos para la poesía la luna nueva, y el despertar de la naturaleza . Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCada llegada del otoño me hace recordar lo efímero del tiempo, qué bueno los eucaliptos soñadores. Besos
ResponderEliminarUnas bellísimas palabras nos dejas mi querida Amapola.
ResponderEliminarTe deseo un muy feliz otoño.
Besos.
Y a las que por desgracia con el cambio climático la nieve solo visitará de pasada.
ResponderEliminarTus letras hoy maravillosas.
Beso.
Amapola, muy bonito poema dedicado a nuestra bella luna. Un abrazo.
ResponderEliminarQue tendrá ese otoño, que tanto juego os da a los poetas.
ResponderEliminarBesos.
La nieve desaparecerá... igual que nosotros.
ResponderEliminarGusta verte tan poética amiga... :))))))
ResponderEliminarAbrazos Amapola.
Me viene el olor a eucaliptos... bello poema
ResponderEliminarAbrazo
Precioso poema. La nieve estará tranquila, disfrutando de poder contemplar a la luna en zona preferencial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bello, querida Amapola!!!
ResponderEliminarQué dulzor tan agradable!!! Qué nostalgia tan acogedora!!! Qué paz en tus palabras!!! Qué concordia en tu compartir!!! Qué lucidez en tu vivir!!!
Y qué gozoso encontrarte....!!! Así...
Un enorme abrazo, querida amiga!!! Uno grande...
Amapola, esas lunas nuevas me han iluminado y el olor de los eucaliptos, me han despejado por todo el día, Precioso!!
ResponderEliminarBesicos muchos
Tu texto que toca el tema del cielo, la noche, la luna, los árboles, la naturaleza en sí, me hizo recordar el Poema 18 de Neruda, que termina así:
ResponderEliminar"... Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.
Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre".
Va un abrazo, Amapola.
Me gustaría soñar como esos eucaliptos con el cielo pero hay un techo que no logro sobrepasar
ResponderEliminarSon bien bonitas tus letras de otoño
Besitos!
¡Que preciosidad de poema Amapola! Vendrá nieve nueva y villancicos.
ResponderEliminarAbrazos.
Nadie acudirá.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Esas lunas iluminan también tus letras, precioso poema, un beso grande,
ResponderEliminarA veces siento tanto dolor en tus versos.....
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