En la vida de toda persona existe un lado oscuro cuando no le da la luz del sol. Únicamente es que hay que abrir mucho los ojos para verlo bien.
Bienvenidos a este blog.
Yo tengo una maceta junto a mi a la que cuido y ya lleva tiempo conmigo. He estado diez días fuera pero le deje agua y está tan pizpireta como de costumbre cuando he vuelto.
Las plantas con un poco de agua y las personas con un poco de cariño, revivimos siempre ; ) Me alegro q tú pequeño ciruelo bonsai se haya recuperado, en maceta o en tierra, todos somos frágiles . Un beso AMAPOLA !
Amapola. Dos días sin agua y empezamos a morir... Me gusta cómo nos incluyes a todos, plantas y personas. La fragilidad del bonsai es, en el fondo, también nuestra fragilidad. Otro saludo.
La fragilidad de las plantas es directamente proporcional de quien las cuida.
ResponderEliminarUn abrazo y cuídate , riega tus plantas y lo harás de ti.
Yo tengo una maceta junto a mi a la que cuido y ya lleva tiempo conmigo. He estado diez días fuera pero le deje agua y está tan pizpireta como de costumbre cuando he vuelto.
ResponderEliminarComo la vida misma Amapola. Si no nos regamos, como las plantas nos ponemos mustios.
ResponderEliminarMe alegro de leerte y poder comentar.
Besicos muchos.
Cuídate y mímate, como lo haces con las plantas.
ResponderEliminarBesos, buen fin de semana 🍀
Las plantas con un poco de agua y las personas con un poco de cariño, revivimos siempre ; ) Me alegro q tú pequeño ciruelo bonsai se haya recuperado, en maceta o en tierra, todos somos frágiles . Un beso AMAPOLA !
ResponderEliminarSensible y frágil, como tú.
ResponderEliminarBesos.
Seamos fuertes y resistentes.
ResponderEliminarAbrazos.
:) Feliz vida, Ciruelo...Besos
ResponderEliminarlas plantas y las amistades hay que regarlas para que no se sequen...
ResponderEliminarbesos. :*
Gusta leerte de esta manera!
ResponderEliminarAbrazos, Amapola.
Así es... La sequía nos lleva a la muerte y a la destrucción...
ResponderEliminarAbrazo
Amapola. Dos días sin agua y empezamos a morir... Me gusta cómo nos incluyes a todos, plantas y personas. La fragilidad del bonsai es, en el fondo, también nuestra fragilidad. Otro saludo.
ResponderEliminarOjalá fuera tan sencillo "salvar" a quienes tienen el corazón o la cabeza como si hubiera crecido en una de esas macetas...
ResponderEliminarSaludos,
J.
El bonsai necesita unos mimos igual que tú Amapola. Cuídate.
ResponderEliminarAbrazos.
Todo es tan frágil...
ResponderEliminarCada vez estoy peor de ánimo.
ResponderEliminarIntentaré seguir con el blog.
Pero estoy regular.
Besos.