A veces nace la magia
en los extraños
pasillos del alma que no cree en nada
y
con ella el duende verde
que un día desapareció
de este blog
fabricará un mejunge
para que las flores mustias
como yo
tengan motivos
para seguir mirando
un rato al cielo.
Eso, venga, Duendecillo Verde, ponte a elaborar el mejunje màgico para Amapola, y de paso, dame un poquillo a mì. Que tenga muuucha magia...
ResponderEliminarun besito para ti y dos para Amapola en cada mejilla azzul
:*)
:*) :*) :*) :*)
Jajaja. Me has hecho sonreír.
EliminarBesos.
Tú eres una flor hermosísima.
ResponderEliminarY radiante.
Una flor de cuento.
Besos.
Después de leer a Xavi comparto su opinión sobre ti
ResponderEliminarun besito
Sí, lo eres. eres radiante como dice Toro.
ResponderEliminarBesitos mil
Yo no me veo así, gracias por vuestros comentarios, Un beso grande para todos.
ResponderEliminar