Cada vez estoy más hundida
del ànimo.
Sé que escribirlo aquí
no me va a servir.
No sé lo que me va a servir
tal vez vivir drogada con antidepresivos
que anulen mi supuesto dolor.
Pero el dolor es aviso de algo
por esto no quiero
apagar esa linterna.
Y es verdad que no tengo energías
pero me niego a cerrar todavía el blog.