lunes, 8 de febrero de 2016

sin título

No es por culpa
de la tierra árida
ni del frío viento

por lo que
siento que me voy
desapareciendo

Tampoco por mi
mutable alma
que olvidó

dónde dejó
su corazón.


Es a causa de mis làgrimas
enterradas
sin ver la luz del sol
por lo que he dejado
ya de existir.


3 comentarios:

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