El mejor amigo de Agustín
se llamaba Pepe y era propietario
de un bar muy céntrico
en la capital.
Hoy Pepe estaba generoso
e invitó a sus mejores amigos
a unas cervecitas en su bar.
El pobre de Agustín no pudo ir pues tenía
a su perrito muy enfermo.
Ahora Agustín està en su casa
con su perro
esperando un posible desenlace fatal.
Ánimo Agustín . Si tu perro muere
descansarà en paz
y su espíritu perruno
velará tus noches negras.
Qué cosas se te ocurren!!! :)
ResponderEliminarBonita forma de vestir la muerte.
Un beso, feliz sábado y felicidades a las Pepas también.
Espero que el perro de Agustín salga adelante y que pronto pueda festejar, cerveza en mano, de la compañía de l@s amig@s...
ResponderEliminarAbrazo.
Oh! :(
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