En el cementerio
las horas hablan unas con
las otras para darse
un poco de conversación.
La luna se aburre
un poco de tanta charla y
solamente sueña
con ver salir el sol.
Y que los pobres muertos
reposen tranquilos sin
la impaciencia que dan
esas horas.
El sol no espera ya nada
està tan dormido
que posiblemente no
acuda a la cita
con el Amanecer.
Y entonces la triste luna
llorarà por el alma de todos
los muertos en medio
de ese cementerio
GRIS QUE UNA NUBE
inundò
con su pensar
Tapando un Cielo
Que prometía
ser azul.
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