Si algún día
alguien me ve lejos
de todo
escuchando un sonido
de olas
y mirando
cómo el sol
cae a plomo
sobre un mar dorado
sin nombre
quizás habré dejado de ser
yo, flor efímera
que ya no tiene razón
para existir
y
convertida en ola
no tenga ganas de conversar.
Deberías obligarte a disfrutar del sonido de las olas, del sol, del mar dorado y de la brisa en tu piel.
ResponderEliminarUn beso, pero no de muerte ;)
Amapola, esto que has escrito es realmente bonito.
ResponderEliminarBesos
Yo me conformo con estar un rato aquí contigo
ResponderEliminarbesos muchos...
Es precioso. Pero ten en cuenta que las olas hablan y mucho.
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