domingo, 26 de noviembre de 2017

tortura


Vuelven mis viejos fantasmas.

Me encontrarán y me comerán.

Y ya no quedará nada de mi.

Ojalá pudiera ser yo
quien les comiese
y desapareciesen literal
y para siempre de mi vida.


ESTOY CANSADA.

IROS.

2 comentarios:

  1. Mmmm, dieta de fantasmas... :)
    Que se vayan.
    Un abrazo.

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  2. Se fueron. Pero antes se comieron varios trozos míos.

    Deben de andar por ahí bien contentos con las panzas llenas...

    Besos.

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