frío

Cuando me haya
disecado
el tiempo

al final de este
invierno
que se avecina

mi alma pulverizada
o tal vez convertida
en hielo

no se derretirá
con los primeros
rayos de sol
cálidos de la primavera.


Y soñaré
con desaparecer
totalmente de este mundo

por donde caminé
entre la oscuridad

de mis días
mezclados con algunas
pequeñas estrellas

de mis efímeras ilusiones
ya fallecidas.