la tristeza reposada

La tristeza reposada
de mi corazón sigue ahí,

se está haciendo
muda

como todo mi dolor interior
que intento guardar

y a ratos me sale
sin pedir permiso,

es un mar profundo
donde guardo sentimientos

y sale a flote la tristeza,
que pareciera imposible
de terminar de ahogar.


Y SIGO TRISTE,
y soy como una lágrima gigante
que pareciera no secarse nunca.


Tengo miedo de volver a hundirme,
por ahora voy aguantando
con mis tristezas,

tengo miedo
de hundirme más

y caer en picado.


Los demás miedos me los callo
me asusta incluso hablarlos,

pero me estoy esforzando
en enfrentarme a ellos.


Siento cansancio
en mi lucha.



Y ya sólo me queda
que el tiempo fuera capaz
de curar todas mis heridas,

y darme la capacidad
suficiente como para tener un mínimo

de visión interior
en la cual
aparezca claro el camino
para sanarme.


Porque no me encuentro bien
Lo diga o no, lo exteriorice o no.


Y busco mi espacio

donde ser yo misma, y mis lágrimas no estorben
a nadie,

pero las necesito expulsar,
pues me siento bastante herida y rota,

y me culpo a mi misma por ser vulnerable
y haber tenido un exceso de sentimientos a flor de piel.

Pero tampoco la solución es aislarme
en una coraza sin comunicación con nadie,

aunque a veces realmente es lo único que me apetecería.


Aislarme dentro dd esa coraza
y no volver a la superficie de la vida nunca más.

Intento un equilibrio
una homeostasis entre mi mundo interior
y el mundo exterior

a veces me resulta difícil y complicado,
mi llanto interior e incluso mis alegrías

transparentarlo todo
aún me hace sentir más vulnerable.


Pero luego pienso...
si ya estoy rota y hecha añicos
¿ qué más me puede pasar?



Me refugio en el Silencio
y me callo,

y me voy lejos, a lugares inaccesibles
donde parezco encontrar

cierta paz.