En la vida de toda persona existe un lado oscuro cuando no le da la luz del sol. Únicamente es que hay que abrir mucho los ojos para verlo bien.
Bienvenidos a este blog.
tu entrada me ha recordado un cuento corto de Walt Liebsther, que tengo en mi biblioteca en un volumen de historias de teror,desde hace muchos años (me voy haciendo viejo). Una vez lo puse en mi blog pero esta en una de aquellas entradas que ya borre hace tiempo pero por si lo quieres leer he encontrado un blog que lo tiene esa es la direccion: http://carmherrero.blogspot.com/2014/06/cuentos-de-la-luna-llena-traves-de-m.html
Qué cosas se le ocurren a uno cuando está chungo. Arriba los corazones, hermosa. Estamos contigo.
ResponderEliminarBesos. Más.
A ver si pasa el Ángel de las 7 que es más dicharachero
ResponderEliminarBesitos :)
Un sentir como el tuyo, nunca puede morir!
ResponderEliminarArriba esos ánimos niña.
Siempre arriba ¡¡¡
ResponderEliminarBesos .
Hola Amapola. El poema me ha recordado a la niña que ha sido violada y asesinada en México. Lastimita de criatura.
ResponderEliminarAbrazos,Cuídate mucho
Si ha pasado un ángel sin duda traerá la calma necesaria, pero tan bien la belleza y la libertad de sus alas .
ResponderEliminarUn fuerte abrazo muakk.
No hay ángeles con malas nuevas
ResponderEliminarBeso
En silencio te dejo un beso
ResponderEliminarSilencio para acabar con la tristeza Amapola.
ResponderEliminarSilencio para respirar y sentir tan mágica caricia del cuerpo.
Sigo a tu lado.
Saludos.
Y yo que anhelo el silencio...
ResponderEliminarUn abrazo enorme, Amapola
ResponderEliminartu entrada me ha recordado un cuento corto de Walt Liebsther, que tengo en mi biblioteca en un volumen de historias de teror,desde hace muchos años (me voy haciendo viejo). Una vez lo puse en mi blog pero esta en una de aquellas entradas que ya borre hace tiempo pero por si lo quieres leer he encontrado un blog que lo tiene esa es la direccion: http://carmherrero.blogspot.com/2014/06/cuentos-de-la-luna-llena-traves-de-m.html
Besos
Ese silencio puede ser reparador, no creas. Un abrazo
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