Cada vez que se apaga la noche y muere el día, hay que estar enterrando a todas las estrellas, y algunas se resisten las muy frescas a morirse del todo.
Llamaré una nube amiga mía, y le diré que las quite de mi vista.
Me voy con un Viento muy simpático que he conocido hoy, y no se cuándo volveré.
Besos.
jajaja ¿A que te doy una zurra? jajaja pero tú ¿ cómo te dedicas a apagar/enterrar estrellas? seráááááááááássss... déjalas que brillen por favor, deájalas que adornen el cielo, déjalas que asomen en la superficie.. y vale... puede irte con ese vientecillo simpático... me parece bien, pero vuleveeee ¿OK?
ResponderEliminarUn beso inmeeenso preciosa y ¡¡MUY PERO QUE MUUY FELIZ NAVIDAD!! como sea.. aunque sea a ratitos cortos, pero que tu viento y tú seáis tooooodo lo más felices que podáis.
Mmmmuuuuaaakkksss!!
Gracias.
ResponderEliminarUn beso.
Tengo celos hasta del viento...
ResponderEliminarBesos.
Pero si tú no eres celoso, Xavier.
ResponderEliminarUn abrazo.
Espero que no sea un "viento fresco", jeje, besos!
ResponderEliminarPues yo también lo espero...
ResponderEliminarBesos para ti.
Feliz Navidad. Mis mejores deseos Silvo.
Gracias por pasarte por el blog.