martes, 24 de diciembre de 2013

relato negro

El niño aquel, era un vigía casi perfecto, vigilaba los pasos de ella día a dia y noche a noche, hasta que por fin decidió ponerle una zancadilla a la pobre de la muertita para que se terminase de morir, pero ella estaba tan viva que ni se cayó, ni se murió, ( así es la muerte, siempre anda muy despierta por donde camina...), y nunca se muere...

Esto que acabo de escribir no lo entiendo ni yo¡
MEJOR.

Un beso.

1 comentario:

  1. Bueno, Feliz Navidad a todos los que pasen o se atrevan o tengan tiempo de pasarse por aquí, y sino pues también.
    Un fuerte abrazo.
    Con mucho Cariño para el Mundo.

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