martes, 3 de diciembre de 2013

el moscardón


El moscardón volaba y volaba y no sabía adónde posarse.

Al final terminó, posado en la nariz de Encarnita, y como no le dejó dormir su siesta creo que lo mató.

4 comentarios:

  1. Pobrecito...
    Debió dejarlo vivir.

    Un beso.
    Cuando la vea se lo digo.

    ResponderEliminar
  2. TORO, hazme un favor, ¿tú nunca has tenido a un moscardón dándote la tabarra?
    Pues ponte en el pellejo de Encarnita, tu habrías hecho igual, es más. no habría ni una mosca a tu alrededor.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Porque te las habrías cargado todas.
    O no?

    ResponderEliminar

Un saludo a quien visite mi blog.
Si quieres puedes dejar un comentario, se agradecerá un poco de luz.