martes, 16 de septiembre de 2014

alas torcidas

Mis alas torcidas
ya no miran hacia ningún sitio ya.

Se han caído por el precipicio
de tus ojos, Noche.


Así que por favor déjame ya de mirarme
y llevátelas enteras,
Torcidas.

A ver si así me pongo de pie y camino.



4 comentarios:

  1. Todo lo que escribes llega al alma, siempre amapola azul, azzul,
    acabo de llegar a casa y te seguiré leyendo poco a poco
    tengo las pilas al sol para que se me carguen de nuevo, cada vez duran menos...
    Un abrazo enorme, corazòn alado.
    Gracias por tus palabras

    ResponderEliminar
  2. Caminando se llega también y más seguro ya que da más tiempo, besos!

    ResponderEliminar

Un saludo a quien visite mi blog.
Si quieres puedes dejar un comentario, se agradecerá un poco de luz.