Sigo perdida ,
cada vez màs perdida.
Sin nada que ilumine
mi alma.
A veces me imagino
huyendo,
dejando atràs todo
lo que ya conozco
que no es nada más y nada menos
que mi propia vida,
mis propios defectos,
mi propio fango en el que me hundo.
Y me pregunto si habrà
algo que libere
màs que la propia muerte.
He perdido ya la esperanza
en el ser humano,
también la esperanza en mi misma
como humana que soy.
Y entonces quisiera ser sólo
espíritu, sin cuerpo
y sin estas ataduras estúpidas
no solo del cuerpo sino de la mente
que me hacen sufrir.
Estoy realmente cansada.
Cansada de sentir.
Estoy cansada.