Piso un suelo lleno de desolación
Y tristezas, es mi suelo.
Y extrañamente éste no se hunde , sigue
Estando ahí impertérrito
para recoger el roce de mi tontas pisadas.
Me pregunto cúal es mi mundo,
dónde podré pisar
Que alguna vez eso eleve mi espíritu
hacia ese infinito que se que existe
fuera de mi.
Tus pisadas no son tontas.
ResponderEliminarNada en ti lo es.
Besos.
No lo sé Toro.
ResponderEliminarBesos.