Me sonríe le muerte,
enseñándome un colmillo,
siento que está cerca el final,
a pesar de todo lloro,
porque quisiera vivir,
pero estoy en sus garras
y en sus brazos
y sin escapatoria
me despido de la vida y del vivir.
Y sin embargo sigo triste,
no sé por qué tuvo
que elegirme a mi.
A ti y a todos los demás.
ResponderEliminarNo se librará ni uno.
Besos.
Ya lo se..., pero tenía la esperanza de vivir al menos unos cuántos años más...
ResponderEliminarY veo que me quedan tres telediarios.
Larga vida para ti Torito.
Tienes algún problema médico grave Amapola? Espero que sea que entiendo mal.
EliminarBesitos
El cupo de inmortales se encontraría, irremediablemente, cubierto.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Me pasa como a lopillas. Espero que te encuentres bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Para vivir hay que tener muchas ganas de vivir...
ResponderEliminarUn beso grande.