Creciente luna
que sonríes
a la flor,
mientras unos pétalos
de rosa te saludan,
acariciados
por los suaves rayos de sol,
antes de decir
adiós al día.
Yo no me quiero
despedir de ti,
ni del aire,
ni de la lluvia
que aguarda mañana.
Aunque me crezcan
los barrotes
de lo inevitable
y se vislumbre lo frágil
de la emoción
y el alma humana
ante
los avatares del
caprichoso destino.
Hola Amapola. Se despide la tarde pero se despide después de un día bello por tu ciudad. Al menos por ahí ha hecho suaves rayos de sol, por mi pueblo agua, agua y más agua. Bonito poema.
ResponderEliminarBesos. Cuídate mucho
Hoy va a ser imposible ver la luna con esas nubes negras por doquier.
ResponderEliminarPero me la imaginare.
Beso
Aunque la luna no se vea sabemos que ella desde una rendija nos observa. Un besazo y feliz noche.
ResponderEliminarTus versos a la luna, a esa flor a ese sentir que invade el corazón es una belleza que brilla en cualquier incertidumbre.
ResponderEliminarHermoso Amapola, ten un buen día
Los verso a la luna, que se lleven el dolor que quedara en tu corazón.
ResponderEliminarUn abrazo
Somos frágiles...
ResponderEliminarSí.
Besos.
Somos una eterna despedida
ResponderEliminarBesitos Amapola
Es lo que tienen los días. Un sinvivir de bienvenidas y despedidas.
ResponderEliminarBesos.
Se despide otra día, sabiendo que mañana nos traerá nuevas metas que alcanzar.
ResponderEliminarFeliz noche mi princesa, un beso