vida y muerte

Corté una rama
de higuera
que arraigó silvestre

en una maceta
de otra planta,

un árbol de Jade
que me
regalaron con cariño

y crecía feliz,


descubrí ahí
una mantis religiosa.



Clavé
esa rama en otra maceta
de una planta
ya muerta,

con mantis incluida.



Quisiera sobrevivieran
ambas,
el esqueje e insecto,

leí que las mantis
se alimentan
de otros insectos,


entre ellos
avispas
en mi caso a veces molestas

para las que parezco
ofrecerles
un paraíso


de sombra, sol,
plantas y agua.



No sé lo que ocurrirá,
la vida seguirá su camino,


al lado
de otras muertes,

de otras vidas
y de los latidos ocultos del mundo

como si fueran
una extraña canción.