redonda

Ayer una luna
redonda

saludaba a la
tarde

desde el azul
del cielo

grande, alegre
silenciosa
y sutil,

,al caer la tarde
y desplegarse
alguna estrella

saludaba a la noche
y a mi

, en la tarde ensimismada,
en la noche potenciada
su luz,

como reina del cielo
hipnotizaba
al mundo

con su callada luz.



Y ahora en el día
recuerdo
su presencia
y la luz de su noche

con sus lágrimas
mutadas en estrellas

dibujando
constelaciones

de sueños
y caminos en el espacio
que separa las almas

más allá del silencio
y del ruído de humanos

contruyendo
puentes que jamás
pisarán.

Entre el cielo
y la tierra
crecen mis sueños

de libertad
en mi alma,

sin angustias ni tristezas
que la aten
de manos y pies

e inválida sea incapad
de despegar

hacia un mínimo
de serenidad.