El fastasma de Cecilio, no pararía en aquellos lares , todas las noches se aparecía
en sueños para recordarle a Marisa
todas las horas de trabajo en el corral con las gallinas,
eso fué antes de que por desgracia apareciese el maldito virus...
que se fue llevando una por una al otro barrio,
cayendo como chiches...
pero el fastasma de Cecilo era el único que no moría,
parecía inmune a cualquier virus.
Esta entrada se la dedico cariñosamente a Xavi, del blog TORO SALVAJE, por su atentos comentarios para mi persona.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Cecilia Azzul.
ResponderEliminarEres lo más de lo más.
Besos.
Me alegro que te guste, Toro.
ResponderEliminarBesos.
Y gracias por pasarte .
ResponderEliminar:)
Al final seremos todos fantasmas en este mundo,
ResponderEliminaro tal vez lo seamos ya...
Un beso desde la ciudad en niebla, Amapola
nunca te falta ingenio ni inspiraciòn
y yo me alegro :D)
Como se hizo inmune a los virus?
ResponderEliminarEra genético.
ResponderEliminarBesos.